Milei Chronicles (8) ¿De verdad tenemos que creernos esa?

Milei se declara seguidor de la Escuela Austriaca de filosofía “económica” desarrollada en viena antes de la Primera Guerra Mundial. Esta doctrina casi religiosa nunca se ha aplicado en su forma pura (tal como la describe Milei en sus discursos incoherentes ) porque al hacerlo eliminaría gran parte del Estado del que dependen las personas para su transporte, su salud, su moneda, etc. Evangelizar los beneficios de eliminar el Estado y bajar los impuestos podria parecer ventajoso para Milei, que pertenece al 1% argentino con propiedades en el extranjero, pero no sera así para todos los argentinos. Es particularmente perjudicial para aquellos que dependen del Estado para ciertas necesidades humanas, ya que sus ingresos son insuficientes para cubrir los costos de la salud privada, una casa privada, transport o educacion privado (por mencionar sólo algunos de los servicios públicos que Milei quiere privatizar).

Es difícil encontrar otros candidatos presidenciales que sigan los dictados de la escuela austriaca, pero Ron Paul fue uno de ellos en los Estados Unidos (aunque sin éxito electoral) y existe una larga pero inactiva lista de partidos libertarios en todo el mundo (ninguno de los cuales parece haber sido elegido democráticamente). Ron Paul se presentó como candidato del Partido Libertario estadounidense en 1988. Cuando no tuvo éxito también se presentó dos veces más pero como precandidato para el Partido Republicano (de nuevo sin éxito). ¿Podría ser este sea también el plan de Milei para convertirse en neoliberal y juntarse con el PRO de Presidente Macri en su alianza JxC como hice Ron Paul?

No sería él el primero ya que en inglaterra el partido Brexit hizo alianza con el partido conservador (Tory) para aferrarse al poder (los dos siendos partidos de la derecha). En cuanto quedarse en poder la estrategia funcionó pero el Brexit ha sido un desastre para el pueblo inglesa.

Ron Paul nunca propuso cerrar el Banco de la Reserva Federal como Milei sugiere cerrar el Banco Central Argentino (BCRA) mientras dolariza la economía. Historicamente el BCRA tiene un historial pésimo, sobre todo si se tiene en cuenta que está diseñado para preservar el valor del peso, una moneda que se ha derrumbado varias veces. A mediados de septiembre se conoció una carta firmada por cientos de prestigiosos economistas que explica la mala idea que sería dolarizar la economía. También la propuesta extrema de Milei de eliminar el BCRA y reemplazar la moneda local por el dólar estadounidense es contraproducente e inconstitucional. Aunque el Sr. Milei insista en que Argentina estaría mejor sin el peso débil, incluso Ecuador (que dolarizó su economía) mantuvo su banco central sin la moneda local. ¿Ha pensado realmente Milei en esto? Su trabajo como economista se ha centrado en la microeconomía (trabajando dentro de las empresas), ¿tiene siquiera formación en macroeconomía para saber cuáles podrían ser los efectos secundarios de sus políticas? ¿Le importa?

La escuela austriaca es economía de mercado en esteroides con una interpretación fundamentalista de los derechos de propiedad (un ejemplo fluvial se discute más adelante). Su economista más famoso ha sido Ludwig von Mises. El movimiento tiene un thinktank estadounidense con sede en el prestigioso estado de Alabama y unos chicos buen pagados pero poco conocidos en el instituto CATO que tambien argumenten contra impuestos a los ricos.

Los discursos de Milei han despertado el interés del Instituto Mises. Los podcasts de la página web del instituto Mises muestran una evidente sorpresa por el hecho de que Milei se tome al pie de la letra los puntos de vista teóricos de Ludwig y que, de alguna manera, piense Milei que esas políticas podrían aplicarse en Argentina.

La idea de que una persona como Javier Milei se presente como candidato presidencial para poder llevar a la ruina al propio Estado que desea gobernar es más que absurdo. Al tiempo él pide a los argentinos que confíen en él. Todo se hace recordar horrorosamente a Carlos Saúl Menem a finales de los años 1980’s que gobernó en las 1990’s con el uno-a-uno. El legado destructivo del difunto presidente Menem y de su payaso ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo (otro héroe de Milei que es abucheado regularmente en las universidades argentinas) fue quebrar ( literalmente ) la espalda de la economía argentina. La Navidad de 2002 dejó un legado de muertes, quiebras, ineptitud y corrupción. Menem y Cavallo provocaron un gran colapso económico destructivo. ¿De verdad quiere Argentina volver a ese punto? A Milei no parece importarle.

Milei quiere tirar al niño con el agua de la bañera.

¿Por qué? Oh Jesús, ¿Por qué?

Demos un paso atrás para intentar comprender por qué una mayoría de cualquier electorado nacional votaría de forma tan suicida por la destrucción de su Estado eligiendo a un candidato presidencial inviable como Javier Milei.

Hay muchos enfoques posibles para tratar de entender este fenómeno. En particular uno puede mirar analogías globales (Bolsonaro, Trump, el partido Brexit de Nigel Farage) que demuestran rasgos similares al fenómeno Argentina-Milei. Vale además analisar la creación de la ira contra pobres y luego un buceo profunda en la manipulación de las preferencias de los votantes por parte de los nuevos medios de comunicación (Twitch, WhatsApp, Instagram, Twitter, Telegram, Facebook etc…). Intentaré abordar este tema en otro artículo.

También hay que tener en cuenta las especificidades locales, analizando las realidades actuales de Argentina y Sudamérica entre ellas, los desagradables niveles de corrupción estatal. Milei se centra en una selección (cuidadosamente elegida) de esta realidad, amplificando su retórica para crear ira social y encender a sus votantes. Patricia Bullrich, la candidata del JxC, también lo hace. Al centrarse en las actividades de los políticos corruptos y los pobres, mientras ignoran la enorme corrupción en el sector empresarial, tanto Milei como Bullrich evitan alienar a sus queridos mercados eficientes con sus margenes generosos (que son también sus patrocinadores financieros).

Ñoquis: trabajadores estatales invisibles

Como ejemplo de corrupción a pequeña escala en Argentina, podemos fijarnos en los asistentes políticos e investigadores asignados a diputados y senadores políticos y pagados por el contribuyente. Algunos de aquellos asistentes suelen ser nombrados en sus puestos por razones nepotistas o como favores políticos. Muchos de ellos nunca van a trabajar y, si son despedidos por no hacer su trabajo, pueden demandar al Estado por despido improcedente.

A estos funcionarios se les llama “ñoquis” por la comida italiana que se suele comer sólo a final de mes. En la época anterior a la transferencia bancaria los empleados ñoquis sólo se presentaban a final de mes (para cobrar su cheque), ya que de lo contrario se ausentaban de la oficina. Esto sigue ocurriendo, es corrupto y el Estado hace la vista gorda.

En cuanto al nepotismo, un Estado corrupto exige que los cargos políticos sean elegidos por su lealtad, asegurando así un silencio cómplice, por ejemplo, sobre los contratos estatales excesivamente caros. Curiosamente, estas reglas liberales del mercado no parecen aplicarse a los ultraliberalea de La Libertad Avanza. Milei trabaja con su hermana y, aunque puede que esto no sea corrupción, es claramente nepotismo.

Milei afirma que como presidente eliminaría no sólo el BCRA y la moneda, sino también el control estatal de casi todo, incluyendo la petrolera estatal YPF, la aerolínea estatal Aerolíneas Argentinas y AySA, la empresa estatal de servicios de agua (la mayoría de las cuales han sido recientemente retomadas bajo control estatal, con costos significativos después de haber sido vendidas en el menemismo). En septiembre de 2023 el tribunal del distrito sur de EE.UU. (que se decide sobre bonos para Wall Street) añadió una multa de dieciséis mil millones de dólares impuesta al Estado Argentino por representantes de Repsol debido a la reversión de su compra corrupta de YPF en la década de 1990 ( la mayor parte de los cuales son intereses xobrado a una tasa muy generosa). Las tres fueron privatizadas (y después saqueadaa por sus nuevas dueñas) a causa del duo Menem y Cavallo.

Milei también dice que eliminará departamentos y ministerios enteros como salud, educación, asuntos de la mujer, controles contra la discriminación racial (INADI), investigaciones academicos cientificis y de las ciencias sociales (CONICET) y ayudas estatales para comunicaciones como la producción de cine (INCAA).

Milei evangeliza una sanctificación “pseudoreligiosa” de la propiedad privada y un odio virulento a la propiedad pública incluso cualquier ayuda estatal para los desafortunados, los discapacitados, los desempleados, etc. En el mundo de Milei, las mujeres pobres pueden dar a luz en la calle si no pueden pagar una ambulancia o una cama de hospital. En la escalofriante Argentina distopica y eficiente de Milei, todo es perro-come-perro.

Una historia de un río

Como ejemplo ilustrativo de los argumentos castizos y doctrinarios de Milei sobre el papel del Estado en la “sociedad” argentina (concepto que Milei, al igual que Margaret Thatcher, rechaza), Milei dio una charla a principios de septiembre de 2023 en la que habló de la contaminación de los ríos y del derecho de las fábricas a contaminar los ríos a su antojo.

Desde una pequeña perspectiva de fondo, uno de los destinos turísticos más populares de Buenos Aries es La Boca (desembocadura del río en español). El barrio de La Boca es famosa por sus casas hechas de madera y chapa pintados con restos de latas de pintura utilizadas para reparar los barcos visitantes, también por sus galerías de arte, su fútbol e incluso por el tango. El Riachuelo desemboca en el Río de la Plata en La Boca, el primer puerto de la ciudad (de ahí su nombre). Los efluentes de las fábricas envenenaron el Riachuelo durante siglos. Históricamente fue responsable de brotes de fiebre amarilla que obligaron a abandonar el centro más antiguo de la ciudad en San Telmo. En 2023 el Riachuelo es un río de color negro fétido y muerto que fluye por los suburbios del sur. Fue destacado en un estudio reciente como uno de los diez lugares más contaminados del planeta y la mayor parte de esta contaminación proviene de la industria, así que ¿quizás el ejemplo de Milei no sea tan hipotético?

Fiel a su retórica de populista de derechas, Milei no tiene ningún interés en el medio ambiente. Incluso comentó que el cambio climático, al igual que el Papa argentino, Francisco primero, es un “complot comunista”.

Pero volvamos a sus fabulosas teorías sobre la contaminación de los ríos. En el caso de una empresa que contamina un río, lo que no está bien definido, argumenta Milei, es el derecho de propiedad. Con ello se refiere a la propiedad del agua del río. En la escuela austriaca todo gira en torno a la propiedad y el dinero, hasta que la contaminación no afecta al propietario de un recurso, éste no existe y el Estado no puede ser propietario de nada asi que no debería meterse.

“Esta empresa puede contaminar el río todo lo que quiera porque [Argentina] es una sociedad a la que le sobra el agua y el precio del agua es cero”, explicó Milei, y en caso de escasez de agua, añade: “alguien se encargará de apropiarse del río” porque el agua “dejaría de valer cero y se acabaría la contaminación”, pero hasta entonces “Una empresa puede contaminar un río todo lo que quiera”…

Hasta un niño nadando río abajo de la hipotética fábrica de Milei (con sus libertades de mercado para contaminar proveniente de la escuela Austriaca) puede ver que estos argumentos son erróneos. Pero está aún peor su incoherencia…

Buenos Aires no es Argentina

Milei argumenta sin rodeos que Argentina “es una sociedad que tiene mucha agua”. ¿De qué Argentina hablase?

Buenos Aires está situada en la costa del río más ancho del mundo (el Río de la Plata, de 37 km), que a menudo está envenenado por fábricas y efluentes sin tratar (hasta el punto de que es ilegal bañarse en la costa de Buenos Aires por razones sanitarias) pero para nada se significa que Argentina sea un país a la que le sobra el agua. En algunas provincias Argentinas la escasez de agua es extrema. Por ejemplo, en la provincia de Santiago del Estero hay muchos pueblos donde los habitantes tienen que comprar agua potable en envases de plástico para sobrevivir.

Además, durante los dos años en que Milei fue diputada en el Parlamento nacional, el sector agrícola argentino sufrió una gran sequía (¡no hablemos del cambio climático!) que ha costado a la economía decenas de miles de millones (de sus amadas dólares estadounidenses) en exportaciones previstas que no crecieron por falta de agua.

¿No se dio cuenta Milei de la sequía? Seguramente, si dice ser economista, habrá visto sus efectos en el presupuesto. Pero cuando se trata del cambio climático, no hay más ciego que el que no quiere ver. ¿Quizá no se ha decidido aún a quién se privatizara la lluvia?

Fundamentalismo de mercado extremo

Proteger la calidad del agua de los ríos Argentinos, aunque no sea rentable, siga teniendo sentido. Una decisión como la de permitir la contaminación de un río nunca debería tomarse por motivos puramente económicos (aunque muchas veces así lo hacen). La contaminación causa daños al río y a quienes dependen de sus aguas limpias, daños económicos pero también otros más daños. Las comunidades humanas (y la vida no humana) que viven aguas abajo se ven afectadas. Esto es cierto tanto si haya un costo económico, como una multa o el costo de funcionamiento de una planta de filtración, como si no lo haya.

El punto de vista de Milei sobre la naturaleza, los ríos, el agua, la vida no humana (¿me atrevo a utilizar una palabra larga que quizá no entienda: “la biodiversidad”?) es tan extremo que roza lo psicótico. Milei sale con estas ridículas barbaridades con demasiada frecuencia. Así es su infantil estilo de debate. Debe de haber tenido una infancia infeliz y quiere desquitarse con los peces.

Los ríos y la contaminación existen en el mundo real pero, afortunadamente, no hay presidentes electos que defiendan la economía a la moda austriaca (¡al menos no hay todavía!). Mises no es más que un teórico muerto, sus teorías apestaban entonces y siguen apestando. Si una fábrica vierte venenos en un río, en el mundo real, los peces, la fauna, las personas y la tierra se envenenan concentrando estos venenos en nuestros cuerpos o en el suelo. Es una mala política, siempre lo ha sido.

¿Cómo puede esto ser considerado una política pública por un representante público que quiere ser presidente?

Javier Milei no es ningún Einstein pero sabe bien manipular los canales de communicacion que tienden a darse su soporte a partidos politicos de la derecha. Es experto en los medios de comunicación, como el canal populista derechista LN+, donde Milei aparece casi a diario en programas de matón-pulpito como el programa purulento de Jonatan Viale llamado “Realidad” que, tristemente, pasa por analisys política en la Argentina.

Cuando Milei habla con la prensa, la escuchan, muy a menudo sin criticarla. Ni siquiera le reprochan su inviable política. Se le permite decir que abolir la sanidad pública tras una pandemia mundial o ignorar el cambio climático en una emergencia climática no sólo está bien, sino que es mejor. No te preocupes Argentina: ¡el tío Mises dice que todo está bien!

Los entrevistadores apenas discuten el hecho de que sus sugerencias políticas nunca se han aplicado con éxito en ninguna nación. Por qué no se preguntan si no se puede esperar que Milei tenga éxito en Argentina con un partido de dos años de vida y un grupo completamente inexperto de funcionarios fracasados que han quedado de los horrores de Menem junto con la inexperiencia de su neófito partido La Libertad Avanza.

¿Verán los electores argentinos que Milei no es más que otro peinado defendiendo ideas sin sentido, un charlatán, y uno muy peligroso además? ¿O tendrán que aprender por las malas? Mucho de esto se decidirá por la forma en que aparezca en la prensa. Por ahora, la misma prensa que adora a PRO adora a LLA, la cuestión que decidirá las elecciones es cuánto durará esto.

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